Después de dos ejercicios en los que se disfrutaron de buenas subidas, 2016 se ha  cerrado con un pequeño descenso en las ventas del sector del material eléctrico que, en una primera evaluación se sitúa en una bajada cercana al 1,96%. Afme reconoce que, sin duda, el año 2014 fue decisivo para las consecuencias de la dura crisis que afectó al sector con esos duros acontecimientos que se tradujeron con la caída en bloque de la actividad -que llegó a ponerse en alarmantes números rojos-.

Este descalabro económico y de actividad, parecían indicar que el periodo de recuperación sería largo y dificultoso, siempre expuesto a altibajos y difícilmente igualable a las cifras y actividad de los años de bonanza. Por este motivo, tras un buen ejercicio durante el 2015 en el que las ventas en el mercado nacional subieron un 8,15%, la Asociación ya esperaba este ligero retroceso del -1,96% detectado durante el año pasado.

Esa caída se debe, sobre todo, a algunos factores coyunturales que marcaron 2015 pero que, debido a su naturaleza, no iban a tener una continuidad en el tiempo. Este fue el caso de, por ejemplo, los grandes proyectos de iluminación animados por la celebración de las elecciones municipales, que no se dieron en 2016. A este tipo de producciones temporales también hay que sumar el ambiente de incertidumbre política vivida por el país ante la carencia de acuerdos para formar Gobierno, lo que se tradujo en una fuerte ralentización de la actividad de la obra pública durante gran parte del año.

En Afme esperan un 2017 con más brotes verdes, un ejercicio mucho más propicio para los intereses del colectivo y que, teniendo en cuenta las previsiones económicas que se barajan para el país, el sector retome el camino del crecimiento, apoyándose en las previsiones positivas realizadas que estabelcen para la economía española un crecimiento de entre un 2 y un 2,5% así como para la construcción, donde también se espera una reactivación de los proyectos de obra pública y así como un nuevo impulso para proyectos de rehabilitación.

A pesar de estos buenos indicios, la Asociación pide "prudencia", puesto que en contexto actual también existen factores imprevisibles que pueden dar tumbar con las previsiones sobre la evolución de la economía mundial en general y la del país en particular. En este punto, Afme trae a colación -con muy buen criterio- los resultados de elecciones y referéndums "que en 2016 depararon más de una sorpresa"